Estas son las cosas que nunca le digo a ChatGPT, he comprobado que se vuelven en mi contra
La inteligencia artificial está en todas partes. Nos asiste en el trabajo, nos resuelve dudas en segundos y hasta nos ayuda a organizar nuestra vida diaria. Pero, como todo avance tecnológico, también tiene su lado oscuro. ChatGPT, y otros chatbots de IA, no son solo herramientas inofensivas. Pueden aprender de ti, recordar detalles de tus conversaciones y, en el peor de los casos, ponerte en una situación comprometida.
ChatGPT aprende de lo que dices, aunque no lo creas
Para entender los riesgos, primero hay que saber cómo funcionan estos chatbots. ChatGPT está entrenado con millones de textos de Internet, pero su aprendizaje no termina ahí. Cada conversación que tienes con él es una nueva fuente de información. Por eso, aunque OpenAI asegura que no almacena datos de usuarios en su versión gratuita, lo cierto es que muchas empresas usan estos sistemas para entrenar modelos más avanzados. De hecho, ya ha habido casos de filtraciones donde se han expuesto conversaciones privadas de usuarios.
¿Qué significa esto para ti? Que cualquier cosa que compartas con la IA puede ser usada para mejorar su capacidad de respuesta, pero también puede quedar almacenada en servidores externos o, en el peor de los casos, ser filtrada en un ciberataque.
Los datos que jamás deberías compartir con ChatGPT
La inteligencia artificial puede ser una gran aliada en muchas tareas, pero no hay que olvidar que sigue siendo una tecnología con riesgos. Aunque OpenAI y otras empresas aseguran que sus modelos están diseñados para respetar la privacidad, la realidad es que cualquier información que introduzcas en ChatGPT podría ser almacenada, utilizada para entrenar futuros modelos o, en el peor de los casos, filtrada en un ciberataque. Por eso, es fundamental saber qué datos nunca deberías compartir con esta herramienta para evitar poner en peligro tu seguridad y privacidad.
Información personal y financiera
Parece obvio, pero mucha gente cae en el error de dar datos como su nombre completo, dirección, número de teléfono o datos bancarios. Algunos incluso le piden a la IA que les recuerde contraseñas o detalles de sus cuentas. Error fatal.
¿Por qué? Porque, aunque ChatGPT no tenga «memoria» en la versión gratuita, los datos que introduces pueden ser registrados, usados para mejorar el modelo y, en algunos casos, ser accesibles para OpenAI. Si alguna vez hay una brecha de seguridad, tu información podría quedar expuesta.
Nunca compartas:
- Números de tarjeta de crédito
- Cuentas bancarias o datos de pago
- Contraseñas o claves de acceso
- Información personal que pueda identificarte
Detalles de tu trabajo o proyectos confidenciales
En 2023, Samsung prohibió el uso de ChatGPT entre sus empleados después de descubrir que algunos estaban subiendo código fuente confidencial a la plataforma. Sí, así de grave puede ser compartir información de tu empresa con la IA.
Si trabajas en proyectos sensibles, evita usar ChatGPT para hacer resúmenes, generar ideas o corregir código. Todo lo que introduces podría ser usado para entrenar futuros modelos de IA, y eso incluye datos empresariales que podrían terminar en las manos equivocadas.
Opiniones políticas, ideológicas o personales
Los chatbots no tienen opinión propia, pero las empresas detrás de ellos sí analizan las conversaciones de los usuarios. Google, OpenAI y otras grandes compañías pueden usar esos datos para entrenar sus modelos o incluso para segmentar publicidad y análisis de tendencias. Si empiezas a hablar de política, ideología o cualquier otro tema personal, no hay garantías de que esa información no se almacene o se utilice de alguna forma. Es mejor ser precavido.
Piensa en esto: si un hacker o una entidad malintencionada accediera a las bases de datos de OpenAI, ¿qué podría hacer con toda esa información sobre tus opiniones y creencias?
Información sobre tu ubicación o rutinas diarias
Nunca le digas a ChatGPT cosas como:
- «Voy al gimnasio todas las mañanas a las 7».
- «Vivo en el barrio X, en la calle Y».
- «Trabajo en la empresa Z, en tal ciudad».
Estos datos pueden parecer inofensivos, pero si alguien accediera a ellos, podrían usarse para rastrear tu ubicación, predecir tus movimientos o incluso planear un ataque dirigido. Piensa en los cibercriminales que pueden usar la IA para recopilar datos sobre posibles víctimas. No des información que facilite que te rastreen.
Propiedad intelectual o ideas creativas
Si eres escritor, programador, diseñador o trabajas en cualquier área creativa, nunca uses ChatGPT para guardar tus ideas o pedirle que las desarrolle por completo. ¿Por qué?
- No hay garantías de que no se almacenen o reutilicen.
- Podrías perder el control sobre tu propia idea. La IA aprende de lo que compartes y puede «inspirarse» en tus ideas para futuras respuestas a otros usuarios.
Si tienes un proyecto importante, un guion, un diseño o cualquier idea original, mantenlo en privado y usa herramientas seguras para desarrollarlo.
Las empresas nos usan para entrenar sus modelos
OpenAI, Google, Microsoft y otras grandes tecnológicas siguen entrenando sus modelos de IA, y nosotros somos parte de ese proceso. Cada conversación que mantenemos con la IA es un dato más que ayuda a mejorar su capacidad de respuesta. La pregunta es: ¿qué pasa con toda esa información a largo plazo?
A día de hoy, no hay regulaciones claras sobre cómo se usan estos datos ni qué medidas de seguridad existen para protegerlos. Hasta que las leyes se pongan al día, la mejor protección es evitar compartir información sensible.
Cómo usar ChatGPT de forma segura
Si quieres aprovechar la IA sin poner en riesgo tu privacidad, sigue estas recomendaciones:
- No introduzcas datos personales ni financieros.
- Evita compartir información de tu trabajo o proyectos.
- Usa ChatGPT como herramienta de apoyo, no como un diario personal.
- Si tienes que compartir algo sensible, revisa las opciones de privacidad de la plataforma.
- Sé consciente de que cualquier cosa que escribas podría ser utilizada para entrenar la IA.
Usa la IA, pero con cabeza
ChatGPT es una herramienta poderosa, pero hay que saber usarla con precaución. No es tu amigo, ni tu confidente, ni un lugar seguro para guardar información sensible. Es una IA diseñada para aprender de ti. Si lo usas de forma inteligente, puede ser una gran ayuda en tu día a día. Pero si compartes más de la cuenta, podrías estar regalando datos valiosos sin darte cuenta.
En la era de la inteligencia artificial, la mejor defensa sigue siendo el sentido común.