el punto débil de tu móvil no es ni el WiFi ni el Bluetooth, está en tu cajón
Hoy en día usamos el teléfono para todo: pagar, entrar en la cuenta del banco, trabajar, chatear, ver series… Y como la mayoría lo enchufamos a diario para cargarlo, no solemos sospechar de los cables que usamos. Pero resulta que los cables USB-C pueden convertirse en auténticas puertas traseras para que alguien te espíe o robe tus datos sin que te enteres.
Un nuevo riesgo del que nadie habla
Los expertos en ciberseguridad lo han dejado claro: los cables USB-C no son todos iguales. Algunos, sobre todo los que se venden baratos o sin marca conocida, pueden esconder microcontroladores que permiten a los hackers ejecutar lo que se conoce como ataques de keylogging. Es decir, pueden registrar todo lo que escribes en tu teléfono. Todo.
Este tipo de ataque fue demostrado en vivo por el investigador Thomas Roth durante el evento Chaos Communication Congress en Alemania. Mostró cómo un cable aparentemente normal puede ser manipulado para inyectar software malicioso en un móvil nada más conectarlo. Así de sencillo.
¿Qué información pueden robar con este tipo de ataque?
El keylogging permite al atacante capturar cualquier pulsación que hagas en la pantalla o el teclado virtual. Eso incluye:
- Contraseñas de tus redes sociales.
- Claves del banco.
- Números de tarjeta de crédito.
- Mensajes privados o confidenciales.
Lo más preocupante es que el usuario no nota nada raro. No hay notificaciones, no hay luces extrañas, ni siquiera un aumento visible del consumo de batería. Todo ocurre en segundo plano.
¿Por qué está pasando esto ahora?
La obligación de usar USB-C como estándar en Europa ha hecho que este tipo de cables se conviertan en lo más habitual. Incluso Apple, que llevaba años resistiéndose, ha tenido que abandonar su conector Lightning. Y con ese cambio, ha aumentado la variedad de cables que circulan por el mercado, incluidos los de baja calidad o manipulados. Además, los móviles más nuevos, como el iPhone 15, han incorporado chips en sus controladores USB que, si bien ofrecen funciones útiles, también abren nuevas puertas para posibles vulnerabilidades si no se protegen bien.
Cómo protegerte de este tipo de amenazas
Aunque no se trata de un ataque fácil de ejecutar (de momento), los expertos coinciden en que es cuestión de tiempo que esta técnica se vuelva más común y accesible. Por eso, la mejor defensa es la prevención.
Aquí van algunos consejos que puedes aplicar desde ya:
- No uses cables de dudosa procedencia. Si no sabes de dónde viene o quién lo dejó en casa, mejor no lo uses.
- Compra siempre cables de marcas conocidas o directamente del fabricante. Los originales tienen controles de calidad mucho más estrictos.
- Evita conectar el móvil en puertos USB públicos. Ni en aeropuertos, ni en estaciones, ni en centros comerciales.
- Mantén el sistema operativo actualizado. Apple, por ejemplo, ha añadido funciones para bloquear la transferencia de datos por USB si el móvil está bloqueado. Y Android también va en esa línea.
- Si puedes, usa cargadores de enchufe en lugar de puertos USB. Menos posibilidades de exposición.
En definitiva, el problema no está solo en lo que haces online, sino también en lo que conectas a tu móvil sin pensar. Hoy más que nunca, la seguridad empieza por los pequeños detalles. Y sí, eso incluye revisar qué cables tienes guardados en el cajón.